“Pocos pintores resultan tan parecidos y fieles a sí mismos como Alejandro Obregon: no hay un solo tema, a lo largo de su pintura, que no haya sacado con decisión y entusiasmo de la vida cotidiana, con el propósito de exaltar esa vida cotidiana mediante su ingreso en la más intensa y pura poesía de las formas”.
Marta Traba, 1963